Las identidades salmantinas de Agustín Casillas discurren por la sala de exposiciones La Salina siguiendo criterios temáticos que permiten concebir la obra del artista desde distintas atalayas, pero la coherencia de un orden preconcebido y a salvo de gratuidades. El campo marca el inicio del itinerario, asumiendo su papel genésico en nuestro ser, deudor permanente de la cultura campesina. Hombres y mujeres del campo, con la cabeza alta, orgullosos de un oficio marcado en su rostro, con aperos de labranza que asumen su complicidad. La hospitalidad, santo y seña de la identidad salmantina, a la que Casillas rinde pleitesía en un relieve que busca la caraba de una escena que resulta alegoría costumbrista de la hostelería salmantina. Tipos y trajes, como en la obra del fotógrafo pictorialista Ortiz Echagüe, ofrece en la sala central, un recorrido por rostros y posturas, vestires festivos y también cotidianos (hábitos que …
Juan Francisco Blanco
(Fragmento del texto ‘Identidades salmantinas en Agustín Casillas’)